China ahora está a punto de eliminar Windows de sus terminales gubernamentales, un esfuerzo que ha estado realizando durante más de dos décadas.
Como informa The Register, el país se ha centrado en cambiar a Linux (opens in a new tab) por completo en medio de una disputa con los Estados Unidos, pero hasta ahora ha carecido del apoyo de los desarrolladores. Pero ahora todo eso podría cambiar con el lanzamiento del proyecto openKylin (se abre en una nueva pestaña).
El objetivo del proyecto es acelerar el desarrollo de la distribución Kylin Linux, una distribución de sistema operativo fabricada íntegramente en China. Los participantes del proyecto incluirán desarrolladores, pero también colegios y universidades.
Aléjate de Windows
Hasta el momento, más de 20 empresas e instituciones chinas se han unido al proyecto, dijo, incluido el Centro de Innovación de Sistemas Operativos Avanzados de China.
En esta etapa, los miembros trabajarán en la planificación del lanzamiento, el desarrollo de la plataforma y los estatutos de la comunidad. Pero a mediano y largo plazo, los miembros del proyecto buscarán optimizar el sistema operativo para la última generación de chips Intel y AMD, soporte para procesadores RISC-V, desarrollar capas de traducción x86 a RISC-V, mejorar la interfaz. etc.
Kylin se lanzó en 2001 como kernel para dispositivos gubernamentales y militares, pero en ese entonces estaba basado en FreeBSD. Una década más tarde, en 2010, cambió a Linux y cuatro años más tarde se introdujo una versión de Ubuntu.
Mientras tanto, las relaciones entre China y Estados Unidos se han vuelto cada vez más tensas. El gobierno de EE. UU. ha acusado a China de ataques cibernéticos en curso contra sus instituciones, así como de numerosas campañas de espionaje cibernético. También acusó a los fabricantes chinos, como Huawei, de construir puertas traseras en sus productos, creando una amenaza para la seguridad nacional.
China, por otro lado, ha descartado repetidamente las acusaciones como infundadas y continúa tratando de reducir su dependencia del software, hardware y servicios fabricados en Occidente.
Las agencias de inteligencia occidentales también advierten que China podría estar preparándose para una gran invasión de Taiwán, su vecino del este, que dice que no es más que una provincia separatista.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) es el fabricante de semiconductores más grande y avanzado del mundo, y si China se involucrara en una guerra interna, podría perturbar seriamente la industria tecnológica global.
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